#ALGEMESÍ/ LA BANDA SALVA UNA TARDE DE SALDO GANADERO Y GARCÍA PULIDO AL SON SE INVENTA UNA FAENA

De repente un saldo ganadero campó a sus anchas en un viernes resacoso de la Setmana de Bous de Algemesí. Séptima de feria, tú. A ver qué ciudad lo aguanta. Y todavía quedan dos, ojo. Pero al séptimo día estaba programado el descanso o la resaca y se corrió un saldo ganadero de Fernando Guzmán impresentable y descastada.

La rama santacolomeña como excusa. La nadería como materia. Sólo la banda, que atacó cuando el primperán hizo sus efectos, salvó la tarde sobre la campana. En el último atacó un pasodoble que más bien es una marcha, todo un hit en Algemesí, y los cadafals se enchufaron. Mientras, García Pulido (que sustituía a Ismael Martín) perseguía al cuarto y último, se sacaba dos naturales de la nada y al final lo recogía y se inventaba una faena. Lo desengañaba con ochos y tirabuzones, pero sin llevarle la contraria: aprovechando lo adentros. Circular va, cambio viene, pase por la espalda, las plantas atornilladas. La marcha de la banda a tope, los tendidos una fiesta y unas luquecinas como guinda. La espada, otra vez la espada, se comió un triunfo de puro listo frente a una raspa impresentable y huidiza. Sólo fue una oreja para cerrar una tarde con sabor a casi nada.

Los dos primeros estaban tan justos de raza que ni querían salir al cuadrilátero. Muy recortado el primero de pelo cárdeno claro. Rajado y gazapón. Álvaro Seseña le tapó muy buen la cara, pero conforme ligaba muletazos la raza del animal se deshinchaba y se desentendía.

El segundo de Seseña, de aires asaltillados, vulgarizó cualquier atisbo de casta. Desfondado el novillo, a Seseña se le fueron casi que las ganas tras estrellarse una y otra vez.

El primero del lote de García Pulido se escapó igual. Con una salida distinta, con cierta chispa y pujanza, tras banderillas y antes de que tratase de fijarlo el novillero toledano con la muleta, el santacoloma de Guzmán cantó la gallina sin vergüenza ni celo alguno. Vaya desastre.

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