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A su bola. Un anarquista en la temporada. Antonio Ferrera se mueve con tanta libertad ahora mismo por el toreo que incluso es apoderado de sí mismo. Ausente en las primeras ferias de la temporada en España, su única aparición ha sido Madrid con la Cuadri para dar una lección y triunfar, mientras ha ido y vuelto a Tlaxcala y hoy hace el paseíllo en Aguascaliente. Esa libertad para Antonio Ferrera es una alegría. «Es una alegría poder compartir la temporada de Europa con la de América. A lo largo de mi carrera ha sido mi ser también, poder tener la libertad de adaptarme o estar por encima de los encastes, y la libertad también de comprometerme conmigo mismo, al apoderme yo también hacen que todo tenga un compromiso aún mayor y bonito».
Ahora cuesta levantar la vista de la temporada, más todavía si estamos inmersos en una Feria de Abril repleta de contenido. Pero es necesario. El toreo, los hilos que lo mueven no suelen gozar de buena memoria. En una misma tarde los imponderables son demasiado caprichosos a la hora de poner en valor esto o lo otro, como para acordarse de los ausentes.
Y ausente de Sevilla, a saber por qué, porque ni él mismo sabe aún los motivos exactos, es un torero que este viernes 19 de abril se anuncia en la Feria de San Marcos de Aguascalientes, México. Hablamos de Antonio Ferrera, claro.
Hace unas semanas conversamos con él a la hora del café y ahora recuperamos la entrevista. Porque hay poner en valor ciertos nombres, necesarios por la buena salud y diversidad de la propia tauromaquia.
Torero largo donde los haya, portador de una tauromaquia de un impresionante andamiaje técnico, pero capaz de despojarse del mismo a la hora liberar su genio interpretativo.
Antonio Ferrera viene de hacer una de las faenas de su vida en La Monumental México, en la temporada de su reapertura al toreo. Una obra cumbre y originalísima.
Pero ausente de las Fallas y Sevilla, se apuntó a la de Cuadri en la primera del año en Las Ventas de Madrid, donde dio lección de maestro en Tauromaquia.
La entrevista con Antonio Ferrera fue a la vuelta de Tlaxcala. Triunfador con la de Piedras Negras. Ganaderías como la de Piedras Negras o Cuadri son retos a sí mismo por el simple hecho de sentirse torero y demostrarse torero.
Ahora que Sevilla centra toda la atención, reivindicar a Antonio Ferrera como torero largo y necesario en las grandes citas de la temporada no viene mal. Habrá quien piense que a santo de qué venir a descubrir ahora a Antonio Ferrera. No, nada más lejos. No se trata de eso. Lo que ofende, viendo a Antonio Ferrera fuera de Sevilla, Valencia o Castellón y tras crear una de las faenas de su vida en La México, son esos imponderables que arrastran al olvido y al ninguneo mientras otros vienen a demostrar que, incrustados como el gotelé en los carteles de las Ferias, vienen con el arroz pasado.
Y ahora que Antonio Ferrera torea en Aguascalientes, en la feria hidrocálida de San Marcos, pues es un buen momento para recuperar la entrevista, y reivindicar a un torero de tauromaquia larga y necesaria en las grandes citas de la temporada.
