SIMÓN ANDREU, PUERTA GRANDE EN VALÈNCIA EN LA PRIMERA CITA DEL CERTAMEN DE ESCUELAS TAURINAS DE LA FERIA DE JULIO

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La Feria de Julio cobra sentido de unos años a esta parte gracias, sobre todo, al Certamen de Escuelas Taurinas. Trazas de futuro y argumento para un ciclo que en esta edición se ha quedado huérfano hasta del principal argumento taquillero que podría tener. Roca Rey por propia voluntad se ha quedado fuera de la Feria de Julio de València, y a partir de ahí ya te apañas. Las dos contratos de Fallas tenían truco. Así, no. Pero sin entrar en más análisis, el Certamen de Escuelas Taurinas de la Feria de Julio aporta interés, rellena fechas de la agenda de julio y abraza un ciclo que necesita de atractivos. Examinar al futuro del toreo es uno de ellos.

El Certamen de Escuelas Taurinas este año se celebra los días 13, 14, 27 y 28 de julio. La primera cita ha gozado de una gran novillada de El Parralejo, rebosante de casta, movilidad, casta, profundidad y bravura. De los seis, cinco y pico se fueron tras los chismes con clase y ritmo. Simón Andreu, el alumno de la Escuela Taurina de València, abrió la puerta grande tras cuajar en los tres tercios al cuarto eral de la tarde. Desde la porta gayola, pasando por las banderillas has una faena de muleta de muy buena expresión que conectó pronto con el público. Fue fundamental el inicio de rodillas, la mar de templado, todo en una baldosa, sin verse desbordado. Valor y confianza en los chismes brutal. De rodillas, toque sutil y vuelos. De inicio, una conexión tremenda. Luego en redondo y un natural surgido de un cambio de mano que ruge. Siempre el toreo y la distancia, el galope del novillo. Manoletinas de rodillas. Una estocada caída y dos orejas. Muy buena despedida de Simón Andreu como sin caballos de València de cara a su debut el próximo agosto en Málaga con picadores.

Además, también destacaron el también valenciano Marco Polope y Dennis Martín, de la Escuela Taurina de Almeria. Marco Polope, por su verticalidad y su toreo al natural que brotó desde el inicio con el cartucho. Gusto, personalidad y carácter. Dos pinchazos con voltereta incluidad. Fue a la tercera la estocada. Recogió una ovación. A diferencia de otros, tuvo la vergüenza de no pegarse la vuelta al ruedo teniendo más méritos.

Dennis Martín, venezolano pero formado en la Escuela de Almería, demostró raza y entrega frente a la profunda embestida del tercero de El Parralejo. Muy humillada, larga y pr.ofunda la embestida. Dennis Martín cuajó lo fundamental sobre ambas manos y en redondo. Sobre todo destacó al natural. Profundo y entregado. Con garra. Cortó una merecida oreja.

El Gali, de Málaga, estuvo correcto, muy largo su trazo, limpio. Faltó chispa. Sobró monotonía. La figura algo doblada. La mano muy abajo. Una estocada que enfrío el descabello. Vuelta por su cuenta. Al buen concepto de Alejandro Rubio (ET Madrid) le falta ganar en ajuste. Bien en lo fundamental, se espesó en las cercanías y en el toreo de relleno.

Por su parte, en el último novillo Marco Peláez, de ET Colmenar, dejó grata impresión pese a contar con el novillo más soso. Peláez puso caràcter y un secreto a voces: quiere torear bien y despacio. Con eso hay que quedarse. Tras estocada cortó una merecida oreja.

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