La voracidad de Samuel Navalón se quedó con hambre. Su ambición al final se estrelló ante una podrida novillada de Núñez de Tarifa. Descastada, insoportable. Del primero hasta el último, y eso que salieron por chiqueros hasta ocho novillos. El sexto capítulo era como el cuento de nunca acabar. El titular se fue al corral, el sustituto también, y con las prisas, con las cuadrillas y los picadores en el ruedo todavía, soltaron a los mansos; ya el tercero se quedó por mero decoro. O porque no había más novillos podridos. Y ya se sabe, lo podrido mejor que no vuelva al campo. Limpieza. Como detalle digno de reseñar decir que Samuel Navalón recibió a los tres novillos ‘sextos’ a porta gayola. Ahí queda un gesto que a la postre no valió para mucho.
La novillada se desfondaba a la mínima que exigían. Se negaban a embestir con codicia y quien más quien menos, se echaba a mitad de faena. De verdad fue insoportable.
Sólo se salvó lo ocurrido en tercer turno, aunque de salida derrochó escasa entrega ante el ataque de Samuel Navalón, que lo recibío con dos faroles en el tercio y al rato le zumba dos verónicas y media apretadas y templadas en los medios. Pero tras la segunda vara el novillo ya no quiso saber de nadie nada. Nek salió con la taleguila abierta de una ajustado quite por gaoneras.
Luego fue la solidez rotunda de Samuel Navalón. Un derroche de temple en los mismos medios. Un farol y el toreo en redondo de rodillas. Sujeta e imantada la embestida en los panza de la muleta por el derecho. Una lección por ahí. La muñeca mandona. Al natural, con otra altura, también lo cuaja y se lo ajusta Samuel Navalón. Su actitud, firmeza y poder en la ligazón impresionan. Cierra por bernardinas y luego pincha un triunfo de clamor que se queda solo en una oreja tras pinchazo, pinchazo hondo y descabello.
Con el sexto tris fue imposible. El novillo de Núñez de Tarifa embestía tambaleándose.
Los vientos de Tarifa azotaron descastados desde el primer turno. Un novillo que lanzaba un incómodo gañafón de mera informalidad cada vez que se salía de las telas. Informalidad o falta de casta. Desde que salió. Incorregible. La falta de casta es incorregible. Son pasos atrás hace varios tentaderos y camadas atrás. La muleta, en este caso del novillero Nek Romero, poco puede hacer sobre tapiz de la corrida. Le bajaron las manos. Por el izquierdo muy obligado. Tras dos tandas el animalito hasta se echó. Nek era todo impotencia. Al final fue una estocada caída y atravesada.
El cuarto salió con pies, pero al final, de verdad, sólo brotó una tanda por la diestra, recogida y pulseada, que fue puro prodigio. Fue principio y final en el pozo desrazado, otro más de Núñez de Tarifa. Nek acabó metido entre los pitones y pinchando por dos veces sin excesiva convicción. El toro se echó sin más. Qué desastre.
Noblón y con alfileres venía el segundo. La tarde, por entonces, se desperezó en el tercio de quites cuando atacó Samuel Navalón en su turno por lentas y encajadas chicuelinas, como un francotirador en busca de su presa. Muy despacio, y el remate a una mano pasándose al toro por la espalda sonaba a golpe de efecto. Respondió Jarocho y meció por el izquierdo dos verónicas y media con gran poso. Con las banderillas Jarocho dominó los terrenos y aunque clavó excesivamente delantero, el tercer par, de dentro afuera, tuvo enorme mérito. Con la muleta lo mejor también llegó al natural. La embestida, cansina, le propinó al joven Jarocho una tremenda voltereta en la que fue campaneado entre los pitones. Luego, se rajó el animal desrazado del todo ya. Una estocada atravesada que hacía guardia y otra caída remataron esto. Palmas.
El quinto no se empleó hasta que salió Samuel Navalón en el tercio de quites para ponerse en el sitio, echarse el capote a la espalda, y si no es por aquí, pues toma un circular por la espada con el capote. Toda una cabeza pensante. Lo cierto es que la embestida era moruchera. Cara alta, por el palillo, como queriéndose quitar la muleta, pero deja estar. Jarocho solo que lo aprieta en una tanda. Y al fin una estocada al primera intento. Fue una estocada a capón.
Y los tres pinchauvas van a ser matadores en menos de tres meses.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Valencia, 18 de julio de 2024. Casi media plaza, más de 4000 personas. El festejo, como novedad de esta feria empezó a las 20 horas. No hubo merienda, pero sí un parón inexplicable cuando los políticos abandonaron sus burladeros abandonaron el callejó a la muerte del tercero. El público que va con el tiempo pisado para coger trenes, metros y buses no le sentó bien el parón. Esta Feria de Julio se ha comido la merienda, pero no tiene cabida para la cena.
Novillos de Nuñez de Tarifa justos de presencia y descastados. Sólo el tercero recibió palmas en el arrastre.
Nek Romero (silencio), Jarocho (palmas y ovación tras aviso), Jarocho (palmas en ambos) y Samuel Navalón (oreja y silencio).
