La segunda clase de práctica de la Feria de Fallas 2025 se recordará sobre todo por el debut de la ganadería Valdelapeña en la plaza de toros de València, que, aunque pasta en tierras jienenses, es propiedad de Ignacio Sáez, un valenciano del cap i casal. Este detalle no se habrá dado muchas veces a lo largo de la historia del coso de la calle Xàtiva.
Lo más destacado ocurrió en el quinto, un novillo con movilidad, tranco, nobleza, profundidad, una pizca de mansedumbre y que tomó con vibración las telas de Blas Márquez, de la Escuela Taurina de Linares. Tanto eral como novillero venían de tierras de Jaén. Premios generosos, las dos orejas para Blas Márquez y la vuelta al ruedo para el novillo.
Por cierto, mi amigo Trino deja esta pregunta: ¿Desde Blas Romero ‘El Platanito’ tenemos referenciado algún otro torero que celebre su santo el 3 de febrero?

Foto :: Carlos Litugo
La novillada, justa de presentación, fue variada y no siempre fácil. A veces las lidias transcurrieron aperreadas, por la casta, el genio o la mansedumbre. Otras veces la falta de rodaje de los chavales también influyó.
Asier Abadiano, de la Escuela Taurina de Huesca le cortó una oreja del sexto. Completaron el cartel Daniel Artazos (ET Valencia), que fue ovacionado, Javier Fernández (ET Ciudad Real) -silencio-, César de Juste (ET Yiyo) -ovación- y Alejandro Chávarri (ET de Palencia) -silencio tras dos avisos-, que pasó un trago con el cuarto de la tarde.
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