ESTAS FALLAS ARAGÓN TRAE EL FUTURO DEL TOREO: EL MENE ABRE LA PUERTA GRANDE DE VALÈNCIA

FOTO :: MANOLO MORENO – ELS BOUS LA NOSTRA FESTA

La Feria de Fallas se volvió a vestir luces para que otro aragonés pusiera el toreo en valor. Si Aarón Palacio reveló cosas, El Mene se dio un festín desde la sobriedad y el buen gusto frente a una novillada de Fuente Ymbro tan lustrosa como decepcionante en los momentos de la verdad. Pero, al fin, suficiente para que este Íker Fernández ‘El Mene’ desglosará sus formas y abriera la puerta grande de València. Está claro, Aragón ha traído el futuro del toreo estas Fallas. La lluvia ya es de aquí. Llovío antes de la novillada y se puso a jarrear otra vez cuando El Mene ya había cumplido su misión. Pobre la entrada, casi todos cabíamos en la primera naya. Ni 3.000 personas.

‘Vinazo’, primero de la tarde, fue el más completo del lote de Fuente Ymbro. Un novillo hondo, con seriedad propia de toro. Tuvo la virtud de mantener su condición y ritmo en el último tercio. Por ambos pitones, aunque mejor por el diestro, tenía inercia, repetía, sin toques, al tercer muletazo. El Mene la dejaba abajo y ligaba. Confiaba: Lo esperaba y pulseaba. Sin especular jamás. Series bien cargadas, sobre todo en redondo. El compás sin exageraciones, la cintura engrasada. La espada, contudente, abría paso al primer trofeo.

El cuarto es otro novillo con cuajo y remate. Estrecho de sienes, guapo, de carnes sueltas y flexibles. El Mene impone la cordura. Un inicio doblándose, llevando la embestida. La primera serie es en redondo: la embestida trae protestas. El izquierdo ha marcando ser el pitón más potable. Y por ahí sigue ya prácticamente toda la faena. Por momentos lo borda al natural. Faena para paladear. Embestida pastueña, de dulce el Fuente Ymbro ‘Jurista’ por ahí. El Mene plasma la obviedad del toreo bien hecho, la soltura para hacerlo y no andarse con cábalas. La forma de dejar la muleta muerta sobre la arena, un palmo de tela y casi sin toques tirar con temple, correr la mano hasta rematar atrás. Al grano. La distancia exacta. Otra estocada efectiva, otra oreja y la puerta grande asegurada. En la vuelta al ruedo de El Mene se pone a llover fino. Despacio.

Hay que quedarse también con la tarde de dos hombres de plata, sobre todo con el capote en las manos. Uno es Manuel Zamorano, en la cuadrilla de El Mene, y el otro, un clásico, Curro Javier, que iba con Javier Zulueta. Hay un par de capotazos de cada uno en la tarde de verdadera ovación.

El sevillano Javier Zulueta no encontró continuidad en sus trasteos. Sólo pinceladas. Intermitente con su primero, que andaba renqueante, falto de fuerzas. En el quinto, otro novillo con hechuras de toro, largo, con cuello, se ve el mejor tercio de varas. Bajo la lluvia metió los riñones, pero en el barrizal el novillo resbaló varias veces y eso le genera inseguridad. Falta celo y falta meterse con el toro. Saltan tres naturales estimables en otro trasteo intermitente, una serie en redondo saliéndose del concepto fino, es decir, buscando la pala del pitón, la noria, casi el circular. La estocada va caída. En pleno diluvio y con el ruedo convertido en L’Albufera Zulueta decide darse una vuelta por su cuenta.

Voluntad y ganas de agradar de Simón Andreu en su presentación con picadores en València. De Chiva, como Enrique Ponce, se midió primero con un novillo de hechuras muy Fuente Ymbro: hondo, largo, aparente elasticidad en su movimientos y, así, arremangado de pitones. Pero en cambio, resultó flojo, manso y rajado a más no poder. Apenas un serie en redondo le roba pegado a tablas Simón Andreu. Muy vertical. Pero ya no le regala ni media más. No mejora el plan en el sexto. La plaza es de barro y espejo. Simón Andreu busca bajo la lluvia la hazaña y se va a porta gayola. Pero el Fuente Ymbro de más peso de la novillada no tiene clase alguna, ni raza y además resulta incierto. Por dos veces se libra de sendos gañafones que buscaban arracar la cabeza. Vaya mansada.

GALERÍAS: CARLOS LITUGO / MANOLO MORENO – ELS BOUS LA NOSTRA FESTA

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