FOTOS :: JOTA GUERRERO
‘Moreta’. Raúl Flores ‘Moreta’, de El Puig, ha sido protagonista en la vuelta de los festejos populares a la Comunitat Valenciana. Concretamente en Meliana y ha contado su experiencia en el programa Embestidas en una amplia entrevista: «Sentir el calor del público, esas ovaciones, a quién no le gusta. Se echaba en falta y había ganas. Sabía que no iba a desaprovechar la oportunidad. En cuanto veía salir al toro no me lo pensaba. Intentaba hacerlo lo mejor posible. Es verdad que es ahora cuando mejor me encuentro y lo disfruté mucho.»
- La preparación física no la descuidas.
«Me gusta mucho entrenar. Voy al gimnasio. Hago pesas, adapto el entrenamiento de pierna a lo que yo hago, al correr para tener esa potencia y ese sprint para salir de la cara del toro. Tengo un entrenador, Sergi. Estoy muy contento con él. Desde que empezamos juntos a entrenar me encuentro bastante fuerte.»
- La pandemia.
«Ha sido una pesadilla este año. Y para nosotros que vivimos por y para el toro ha sido un año muy duro. Al final el toro es parte de nuestra vida, lo que nos hace feliz. Yo sólo he tenido ocasión de ir a una capea con cinco toros en Madrid este año. Es un poco locura, porque allí no hay enfermería ni nada. Pero así es como he ido cogiéndole el sitio al quiebro y a los terrenos de la plaza. Yo estoy acostumbrado a la calle y estar en una plaza me cuesta más esfuerzo. Con las capeas he ido cogiendo el sitio y este año voy a tener la oportunidad de salir en alguna plaza, que ya me han dado alguna fecha.»
- Tus principios. El Puig. Sant Roc.
«La afición me viene de casa, por mis padres. Aunque ahora, sí que es verdad, desde que empecé a salir al toro les quité un poco la afición. Tengo tres hermanos más y a ninguno les gusta, pero a mí desde bien pequeño me despertó el toro algo muy especial y siempre he tenido claro lo que quería ser y estoy muy orgulloso de lo que he conseguido.»
- Aquí no hay motivo económico.
«¿Económico? En mi caso, yo he perdido más que he ganado. Esta afición me cuesta dinero y algún disgusto. Pero si sacó la balanza a mí me compensa porque me da la felicidad, he conocido mucha gente, mi vida gira alrededor del toro y yo no puedo vivir sin el toro. De hecho, el año que hemos vivido en pandemia sin festejos ha sido el peor de mi vida. Gracias a Meliana he vuelto a vivir. Me ha cambiado todo, la forma de ser, el estado de ánimo. Este año, si Dios quiere y me respetan los toros, será una gran temporada.»
- ¿La primera vez?
«Yo creo que tendría 14 años. Fue en Massalfassar. Un toro de Giménez Indarte que iba corriendo por la calle sin más y recuerdo verlo llegar, yo estaba en medio y me eché a un lado, me aparté simplemente. Con 16 años ya estaba en la arena poniéndome a la salidas de los toros y pegando quiebros. Pero es algo que no recomiendo a nadie. Con 16 años nadie está preparado para ponerse delante de un toro de 500 kilos. De hecho a mí me cogió un toro con 16 años, a 200 metros de mi casa. El disgusto de mis padres y del pueblo en general, pues imagínatelo. Con 16 años hay que estar en las capeas, con vacas….»
- Tu suerte es el quiebro.
«Ahora mismo sí, es la que más disfruto. En la calle sí que es verdad suelo rodar los toros, dejármelos venir en largo y ganarles la cara en el último instante. El toro tiene que ser el protagonista y a mí me gusta darle ventaja. En un quiebro no dejas de engañar al animal. A mí en la calle me gusta darle ventaja, que el toro vea que me puede coger, y disfruto mucho haciendo esa suerte. Pero a raíz de la pandemia y las capeas me he centrado más en el quiebro. Ahora mismo estoy en el momento que quiero estar en esa suerte y este año es cómo voy a disfrutar, en plaza. Y cuando vuelva el toro en la calle, que es lo mío, es donde voy a seguir estando.»
- No te has prodigado mucho en los concursos.
«Me bloqueaba mucho ese compromiso. Estar ahí compitiendo tarde tras tarde, tener que pasarte el toro cerca. Esa presión a mi me podía. Este año a ver cómo me defiendo.»
- ¿Para el quiebro en qué te fijas, mides alguna reacción previa del toro?
«Ahora mismo estoy en un momento en que sale el toro y me pongo. Cuando lo veo arrancar sé lo que tengo que hacer. Sé si tengo que marcar más, marcar menos. O eso es lo que yo creo. No me gusta fijarme en lo que hacen los demás, em gusta ver al toro por mi mismo.»
- ¿Un toro, un día especial?
«Con el Cuadri ‘Miseria’, en la Vilavella. No estaba ese día muy motivado, y cuando crucé los palos se me puso la piel de gallina. La víspera había cogido al chaval del pueblo y me preguntaron si me quería poner de salida. Era el primer toro que recibía en la Vilavella. Tenía 29 años, y eso que empecé a ir con 16. Todo fue como rodado. Le pegué una enfilada muy buena, y ya el toro bajó a la parte ancha. Iba con una bandera que me dan siempre allí. Recuerdo que iba con la bandera para pegarle otra enfilada y escucho al Blanco por detrás que me dice, «tira la bandera y pégale un quiebro». Y a mí lo que dice ese hombre… pues sin pensármelo, me puse al quiebro y el toro me midió hasta que quedaba un metro. Tragué, se lo pegué, se giró, no sé ni cómo llegué a los palos… bueno, porque también El Pitu hizo el quite. Y ahí empezó todo, le di dos o tres enfiladas más y en la última estaba agachado con la banderita y ya sabía que esa no iba a ser como las demás. El toro estaba enterado y sabía que me iba a repetir. Lo miraba y pensaba, si me coge me va a matar. Pero ahí es cuando se demuestra quién está de verdad. Le pegué la primera bien y en la que me repitió ya pasé porque tenía que pasar y porque estoy preparado, fue de cerrar los ojos y meter riñones. Ese para mí ha sido el día más especial.»
ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA A ‘MORETA’ AQUÍ.
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