En 1982 la revolución de Paco Ojeda fraguó en el toreo. Se cumplen 40 años y su revolución todavía sigue. Lúcido y candente, el toreo bulle en su cabeza. Sucedió en el 82 y reinó en el 83. No ocurrió antes: «Porque antes no la provoque. Antes estaba en una búsqueda y las cosas llegan en su momento. Cuando la tenía en la mano. Es como cuando uno tiene en la mano una paloma y la suelta, que empieza a volar. Tienes que ser consciente de ir buscando algo, buscar algo en lo que no se ha hecho. Con ese respeto y admiración a los grandes que ha habido por delante tuya, pero ¿qué han dejado sin hacer? Ahora mismo miras el toreo y es que está ojedizado, ya está bien. A veces me pregunto, joder, qué menera de maltratar al ojedismo», sentencia Paco Ojeda en la entrevista que ha concedido al programa de radio Embestidas y que puedes escuchar aquí.
Inquietud por crear, el respeto al público, a la afición, y la exigencia a los toreros para hacerlos crecer, competir. Paco Ojeda no se tapa, los cimientos de revolución siguen perfectamente asentados. «A la gente no la puedes aburrir. Tú tienes que traer todos los días una Tauromaquia nueva. Todos los días te tienes que reinventar para ser un grande de esto y que te sigan. Si tú quieres cargar con el peso de la responsabilidad pues tienes que reinventarste. No puedes traer lo que ya sabemos todos que va a ser. A la gente hay que sorprenderla, que cuesta mucho trabajo ir a los toros. Eso hay que respetarlo».
Ojeda era la emoción de la quietud inverosímil. La capacidad para aguantar el parón antes que nadie: «Se la he llegado a quitar al tercero. El que va a verte quiere ver la emoción, que lo sorprendan. Aquí, ahora, cuando uno empieza a trabajar una faena, a mitad de faena ya estás aburrido, ya lo has visto. Ya está bien. Hay que reinventarse, hay que pasar la línea de fuego. No se puede estar dando vueltas a la cancela, atraviésala. En el toreo, en la vida, en todo», dice Paco Ojeda.
Paco Ojeda recientemente ha apadrinado el Circuito de Novilladas de Andalucía que impulsa la Fundación Toro de Lidia. ¿Qué les dice Paco Ojeda a los chavales que empiezan? «Siempre les repito el mismo sermón: Cada uno llevamos dentro una personalidad distinta, no hay que acogerse a lo que hay o se está viendo. Hay que sacar la de uno mismo, así que vamos a rebuscar dentro de nosotros. Tenemos en la cabeza de esto a Morante porque es distinto, es personal. Los demás… El que hace lo que ya han hecho nunca es el primero, no están llegando. El toreo es un marco muy grande. Es un cuadro sin pintar. El toreo se va pintando conforme tú vas sitiendo».

Pero falla la emoción, el compadreo, la comunicación, el periodismo o incluso el exceso bondad en el toro. Sin censura, Paco Ojeda desgrana cada tema como el faro que alumbra sobre toreo, sobre la tauromaquia entera:
«Los muletazos tienen ahora mucha dimensión, son muy largos y mucha cantidad. Eso no lo negamos, si son perfectos. Pero uno para acá, otro para allá, y hasta que dices, a ver si remata. ¿Tú sabes lo triste que eso? Se hace tan largo, tan cansado y tan correcto, que no dice nada. Cuando es más cortito aquello estás con la intriga de qué va a pasar ahora, eso es lo importante.
«Tantos toros no se deben de indultar. Cada toro que se indulta es que ha pisoteado al torero. Entonces, tantos no pueden salir. Hay toreros que son muy buenos profesionales y los alivian, los llevan, y los hacen durar. Pero no tantos ya por sistema. Ya es una rutina. ¿Qué pasa, que hay tantos toros buenos? Porque también hay un sistema para que un toro no dure tanto como dura. Si tú indultas un toro y la gente no se ha vuelto loca, ¿qué ha pasado ahí?»
«Ahora mismo hay un espacio ahí, con todos lo toreros que hay, y la gente buenísima, deseando. Ten en cuenta que han desaparecido toda la plebe de periodistas con más malas ideas que un tigre. Ahora mismo hay un compadreo: un porcentaje muy alto de periodistas están trabajando con los toreros. Ahora mismo si no eres amigo de uno, pues da igual lo que tú digas o lo que no digas.»
«Ahora mismo eso de las redes sociales no vale para nada. Ni hace más toreros ni lleva más gente a los toros.»
«Yo he tenido a la prensa más importante metiéndose conmigo y eso ha desaparecido. Todo está bien, y eso no es bueno. A los toreros hay que someterlos y no ponerlos tan cómodos.»
«Se miente tanto ahora que la gente ya no traga. Al público que va a los toros y paga lo engañas solo una vez»
«Al público de los toros hay que respetarlo mucho. Toda esta mierda de las redes sociales, eso no lleva gente a los toros. Eso es de mentira todo, coger el móvil y enviar… pero luego hay que ir a los toros, sacrificarse, que cuesta el dinero, las entradas son muy caras. Y si pega dos lances, te cuesta 50 euros cada lance.»