Todo pintaba genial. Los dos nuevos frutos de la Escuela Taurina de València, Miguelito y Borja Collado, se presentaban en su plaza. Un mexicano valiente hasta decir basta como Diego San Román regresaba tras impactar en la última Feria de Julio. Y encima seis lujos seis de El Parralejo para embestir y soñar. Hasta la entrada acompañaba con un tercio bueno de aforo cubierto. Pero la tarde firmó la épica en su primer capítulo cuando la sangre empapó las medias de San Román. Luego la novillada no rompió en los momentos clave y al final, cosas del toreo y su verdad, dos novilleros pasaron por la enfermería, el mexicano y también el valenciano Borja Collado con otra cornada tras una cogida feísima al cobrar la estocada del quinto. A ese le cortó la única oreja de la tarde. Cara y cruz: Actitud y enfermería para San Román y Collado.
El primero lució guapura y trapío que ya veremos cuando lleguen las tardes de campanillas. Con ‘Represalia’ Diego San Román lo apostó todo. Muy crudo el novillo tras pasar por el peto y encima encastado. Bravo. El inicio de faena fue más que ajustado. De rodillas tragó dos parones y casi de frente le robó un natural toreado hasta el final.
La apuesta salió cruz. Tragó San Román con tremendo arrojo y firmeza. Una primera serie al natural dejando la muleta muerta para ligar, pasarse la embestida por la barriga y apretar los dientes en el tendido. Impávido el torero y la embestida ardiente. La ligazón profunda en una baldosa. Atornillada la planta. Mandona la muñeca -mejor: queriendo mandar- y los pitones rozando los machos y las lentejuelas.
Por el derecho llegó la cornada. Seca. Un puntazo al gemelo por donde la sangre enseguida asomó. Diego San Román apostó y se aferró a los terrenos que arden. Actitud de torero de impresión. Ya no pudo continuar la lidia.
A partir de ahí se torció la tarde. De lo guapo que fue el primero al avacado, pobre de cara, mal hecho, y peor andado segundo. La virtud, su fondo de nobleza en el mar de la insulsa casta. El quite de Borja Collado por gaoneras tuvo enjundia y la contestación de Miguelito dio argumentos a la competencia que demandaba la tarde. El novillo se movió sin gracia, Miguelito aprovechó el viaje pero casi todo sucedió por la periferia y sin forzar la renqueante embestida.
El capote de Borja Collado se quedará grabado. Al menos las tres verónicas a cámara lenta y la larga afarolada que conformaron el estupendo saludo al castaño ‘Tragapatas’. Pero esa historia se partió una mano en el mismo comienzo de faena y ahí concluyó.
La apuesta de Collado quedó para el quinto, un novillo demasiado lavado que derribó en varas a Puchano. El capote de Collado otra vez volvió a gustar y las granadinas de Miguelito enseñaron la embestida por abajo. Raúl Martí se demonteró por segundo día consecutivo.
La tarde por fin parecía remontar. El comienzo por abajo, ligado, ganando terreno y ya ajustando la embestida a la cintura puso a hervir al respetable. Firmeza y la mente despejada en el debutante de Torrent. La intención, fenomenal y muy asentada. En los mismos medios todo y ligado. La muleta siempre por delante para tapar la mansedumbre. Algún enganchón le sobró a Borja Collado. Pero sujetó y embarcó perfecto para ligarlos de todas las marcas. No se le iba a ir la espada y se tiró a tumba abierta. De la suerte salió prendido del vientre de forma dramática. Como para partirlo. No fue la mejor estocada -atravesada y pescuecera-, pero cuando recobró el aire Collado el novillo ya estaba en el suelo. Actitud y oreja de ley.
Miguelito al final lidió tres novillos que compusieron un lote de insulsa bondad. Escaso de remate el cuarto, cornidelanterito y muy cogido con alfileres. Hasta tres voltereras se pegó. La labor no tuvo trascendencia.
Con dos compañeros en la enfermería Miguelito lanzó el resto. El argumento de la tarde al fin se hilaba y el de Campanar tomó el camino de la puerta de chiqueros para recibir a ‘Espléndido’. Eso se llama responsabilidad. El novillo salió al paso. Aguantó y se colocó perfecto Miguel Senent, y sacó perfecta la larga. Pero el novillo se revolvió y cuando iba a hacer por él un capote apareció raudo al quite. El personal se agarró a los asientos. Miguelito se rehizo y lanzó otras tres largas emocionantes en el tercio y la plaza bramó. Luego la faena de muleta no alcanzó esas cotas y se cerró con una ovación. Pero pasara lo que pasara, ya todo tenía sentido.
El futuro del toreo siempre se ganó a cara y cruz.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de València, 12 de marzo 2019. Cuarta de la Feria de Fallas. Novillos de El Parralejo pobre de cara, desiguales de presentación y juego, el primero encastado, nobles en general y sosos para Diego San Román (ovación tras aviso y pasa a la enfermería) Miguel Senent ‘Miguelito’ (vuelta al ruedo, silencio tras aviso y ovación en el mató por San Román) y Borja Collado (silencio y oreja, y pasa a la enfermería). Se desmonteraron josé Arévalo en el tercero y Raúl Martí en el quinto) Algo más de un tercio (4.000 personas).
PARTE MÉDICO DE DIEGO SAN ROMÁN:
Herida por asta de toro en el tercio medio de la pierna derecha. Atraviesa piel, tejido subcutáneo y fascia gemelar superficial. Una trayectoria descendente de 9 centímetros y otra ascendente 7 centímetros. No afecta sistema bascular ni arterial. Intervenido bajo anestesia local. Pronóstico reservado.
PARTE MÉDICO DE BORJA COLLADO: Durante la lidia del 5º novillo ha ingresado en esta enfermería el novillero Borja Collado el cual presenta cornada envainada de 10 cm de profundidad y 6 cm ascendente en región anteromedial tercio medio próximo muslo izquierdo diametralmente distal pliegue inguinal con masa tumoral. Se interviene bajo anestesia local y sedación. Se practica drenaje del hematoma. Pronóstico: Reservado.
Reblogueó esto en El Heraldo Montañés.
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