UNA TRACA DE AVISOS PARA ARRANCAR LAS FALLAS

València abrió de nuevo su plaza de toros con olor a pólvora y rumor de petardos como no sucedía desde la interrupción de 2020, cuando la pandemia apagó las luces, esas luces dos años después más caras —como las nuevas entradas de València—, y aquella vida. El retorno es como si la Feria de Fallas de 2022 ya hubiera sido hace medio año. Porque ahora da la sensación de que el toreo no mira restricciones de pliego ni pandémicas, como ha pasado aquí, y se ofrecen menús y gestas para revolucionar el cotarro. València se ha quedado sin ser baza en esta partida de arranque de temporada con una feria corta y contenida. Pero va, simpre podremos decir que València es la primera de primera y que, además, da cabida al futuro con una novillada sin y otra con picadores. Que ya es.

La sin picadores abrió el ciclo. Por aquello de los intercambios, seis nombres trazaron el paseíllo de un festejo que se estiró más de las dos horas y media, hasta sumar los nueve avisos. Excesivo todo. Sin mesura. Sin la contundencia que requiere el toreo.

La novillada, una amalgama con las marcas de Valrubio y Valflores con su cuajo y ciertas buenas intenciones, pero sin la verdad de la embestida encastada.

De Manuel Caballero casi que lo mejor de su actuación, lo más torero sí, fueron las brionesas de remate a su quite al sexto. Eso, y algún natural al primero de la tarde en una faena que obligó a parar y a arrancar varias veces a la banda de música, más el aviso que llegó antes de entrar a matar. Certero al primer encuentro, todavía se encontró con una generosa oreja.

Nek Romero, de Algemesí, trajo plomo en las zapatillas. Muy quieto se asomó a la tarde desde el centro del platillo en un quite al primero por gaoneras a pies juntos. Con el jabonero suyo alardeó de facultades en banderillas. Al novillo no le sobró ni pizca de fuerza. Le faltó mucho toro a Nek. Sobre la diestra ligó muy profundo el toreo, en una baldosa. Y la faena se le pasó de rosca tanda y media. La estocada llegó a la tercera tras aviso.

El tercero, con el hierro de Valflores, fue zancudo y con brio. Pero el gas se le escapó. Aarón Rull, de Culla, en pleno Maestrazgo, se fue a porta gayola y firmó varios faroles rodillas. Intención no faltó. Al natural, por encaje y postura, por dejar la muleta, sus vuelos, en la cara, sumó lo mejor de su turno, pero la faena no rompió del todo. Y otra vez sonaron los avisos: hasta dos.

Jarocho estuvo fácil e inteligente. La lidia del padre tuvo un motivo siempre. Y el inicio del chaval, soltura y conexión. Luego sobró una velocidad y al novillo le faltó celo. Tras la estocada tendida, el aviso de rigor, y una oreja.

De Francia llegó Lenny Martins para navegar como pudo. El tercer aviso atronó como una carcasa cuando se echaba su novillo. Para el cierre llegó turno de Joel Ramírez, de la Escuela de Madrid. Una porta gayola para cambiar el sino. Pero ya era imposible. No faltó el aviso, claro. Las Fallas han empezado con una traca de avisos.

FICHA DEL FESTEJO. Sábado, 12 de marzo de 2022. Primera de la Feria de Fallas. Erales de Valrubio y Valflores (tercero y sexto), nobles y bien presentsdos. Manuel Caballero, oreja tras aviso. Nek Romero, ovación tras aviso. Aaron Rull, palmas tras dos avisos. Jarocho, oreja tras aviso. Lenny Martins, tres avisos. Joel Ramírez, palmas tras aviso. Un tercio de entrada.

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