La seria novillada de Guadaira empezó disparando cañonazos y García Navarrete se libró por los pelos tras dos tremendas palizas. La Setmana de Bous será muy alegre, festiva y del pueblo, pero lo que sucede en el cuadrilátero a partir de las cinco y media de la tarde va en serio y a eso de las siete, además, salió un novillo-toro de premio. ‘Ordenado’ se llamó.
El primero, que atendía por ‘Ordenanza’ y era un tanto vareado, arrollaba y venía cruzado en su salida. García Navarrete fue cazado primero al intentar un osado quite queriéndolo pasar por alto. Sucedió entonces el volteretón y pateo posterior. No dejó de arrear y moverse incómodo y descompuesto el novillo, desbordando a Navarrete en el último tercio. En un pase de pecho, otra vez por alto, el pitón se perdió por la taleguilla y el jienense fue prendido de malas maneras. Por suerte la cornada que parecía inevitable no se produjo. Desmadejado lo mató a la segunda de buena estocada y saludó una ovación que seguro no alivió tantos golpes.
El cuarto, cómodo de cara, lucía altura y cuajo de toro. En el capote de brega de Candelas se le vio descolgar y embestir a los vuelos. Más difícil resultó ver eso en el breve capote de García Navarrete, que si ya resulta pequeño él todavía lo recoge más y apenas le da juego. Esa largura y embestida humillada la sacó ‘Legionario II’ por el pitón derecho tanto en el inicio muleteril por abajo como en alguna tanda, cuando todavía duraba la confianza de GN. Pero todo se desmoronó. La tarde en Algemesí le peso un quintal más varios golpes y varetazos a Daniel García Navarrete.
Juan Pedro Llaguno volvía a Algemesí ya con galones de novillero con picadores tras proclamarse vencedor hace un año de la Naranja de Plata. El primero de su lote fue largo y hondo. Escaso de brío, pero desparramando incómodo. Vamos, que las recaladas que echaba no debían sentar demasiado bien a quien estaba delante. Además, se salía de las suertes distraído y la labor de Llaguno no pulió aristas y cada vez se tornó más imposible.
Ya rondaban las siete en el campanario de la basílica de Sant Jaume de Algemesí cuando salió un torazo de Guadaira, el cuarto y último. ‘Ordenado’, tan guapo como ofensivo. El que más de toda la tarde. Cornalón incluso. Suelto de carnes. De salida fue el que más y mejor se desplazó. Se llevó una vara de aquella manera y aún así sacó clase y profundidad por ambos pitones. En cambio, Llaguno, demasiado verde, abusó de las cercanías y siempre estuvo incómodo entre la encastada nobleza del animal. Al menos lo mató pronto y bien y se le concedió una oreja. El novillo, por lo menos, era de vuelta al ruedo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Algemesí, 24 de septiembre de 2018. Tercera de la Setmana de Bous. Novillos de Guadaira de correcta presentación y encastados en general. Complicado el primero, destacan tercero y, sobre todo, el cuarto. García Navarrete (ovación y palmas tras aviso) y Juan Pedro Llaguno (palmas y una oreja). Casi lleno (unas 4.000 personas).