El calor que los puso de corbata a lo largo de la semana dio una tregua al fin, justo cuando el calendario anunciaba la cita en la plaza de toros de València para la novillada de la Virgen de los Desamparados y retomar la temporada. Estupendo ambiente, casi un tercio de aforo en la plaza, que son más de 3.000 personas. Lo que ningún mitin en València, por hacer la comparación con la actualidad electoral. Borja Collado, que se ganó el puesto en el cartel por su triunfo fallero, abrió con merecimiento la puerta grande tras cuajar una tarde en la que conjugó valor, quietud, inteligencia y, por momentos, buen toreo. Una oreja a cada uno de sus novillos de Montealto, que presentó un conjunto de correcto trapío, pero de desigual comportamiento, falto de raza y que no terminó de romper en los momentos clave. El momento dramático de la tarde ocurrió durante la brega del cuarto, cuando fue cogido el torero de plata Rafael Cañada, herido con un cornada de tres trayectorias en la zona lumbar.
El triunfo de Borja Collado lo coloca, sin duda, como una de las grandes novedades y referencias del escalafón novilleros. Un quite por talaveranas al encastado segundo, más firme que la mar, fue la tarjeta de presentación de Borja Collado en la tarde. Una pena que el guapo ‘Veraniego’ se partiese un pitón al rematar en el burladero. Al corral, en su lugar salió el basto y hecho cuesta arriba sobrero de nombre ‘Cartero’, tercero bis. Muy suelto y escaso de celo, Borja Collado le aprovechó las inercias con gran fimerza. Había brindado al equipo médico que le curó de la cornada de marzo y que le ha tenido 35 días en el dique seco. El parón no lo ha acusado lo más mínimo. Collado se quedó quieto, ligó sobre ambas manos con el de pecho, buscó la sorpresa, cerró por ajustadas manoletinas y se tiró a matar por dos veces recto como una vela. De la primera salió trompicado y en la segunda se atracó para cobrar una estocada contraria suficiente y así recibir el premio de una oreja.
También cuesta arriba fue el sexto, pero este más vareado. Su recibo a la verónica recordó por momentos su bello y sabroso capote de Fallas. Se picó al relance, en banderillas lo bordó José Arévalo en dos soberbios pares. De gran riesgo el primero, con el novillo arrancado y sin fijar para cuadrar y clavar casi en los medios, y un segundo par de gran reunión, marcando perfecto todos los tiempos. Miguel Ángel García ‘Potro’ también se lució por el pitón derecho y los dos se desmonteraron.
Borja Collado, muy inteligente, trascendió sobre la declasada embestida del Montealto. Sobre todo cuando toreó con ritmo al natural. Vertical y expresivo, con gusto. Muy despacio y con los vuelos. De uno en uno, pero con apariencia de continuidad y al final también cuajar el toreo redondo y salpicar la faena de sus golpes de efecto. La estocada, algo trasera, fue suficiente para cortar una oreja de ley que le abría a Borja Collado puerta grande de València.
Cuajado fue el primero de la tarde con el hierro de Montealto. Suelto y corretón en los primeros tercios, en la muleta se centró y Andrien Salenc le ligó faena con decoro y le sopló una buena estocada, muy de atracón, algo atravesada y dio la vuelta al ruedo.
El cuarto traía expresión, cuajó y remate de toro. Se durmió en dos lances de Salenc que al principio se antojaron puro almíbar para luego mosquear de tanta pausa. Le costaba pasar un mundo y en la brega cogió muy feo al lidiador Rafael Cañada, que quedó tendido sobre el albero boca abajo, con una cornada en la espada y ya no se pudo incorporar. Salenc abrevió ante la insulsa, descastada y de sordo peligro embestida del novillo
Una pintura fue el segundo de la tarde. Mulato y listón, cornidelantero. Suelto de carnes. No humilla en el peto y resulta encastado en el último tercio. Marcos se afina en último tramo de la faena con el toreo ligado, de cercanías y circulares previos a una buena estocada. El quinto no presentaba las mejores hechuras. Escaso de cuello y también de celo. Tuvo las embestidas contadas, que Marcos no aprovechó, para terminar rajándose. Un bajonazo a la segunda dio paso al silencioso balance.
Plaza de toros de València, 11 de mayo de 2019. Festividad de la Virgen de los Desamparados. Novillos de Montealto bien presentados pero de juego desigual, el tercero lidiado como sobrero, para Andrien Salenc (vuelta al ruedo y silencio), Marcos (ovación tras aviso y silencio) y Borja Collado (oreja en ambos). Se desmonteraron en el sexto José Arévalo y Miguel Ángel García. Casi un cuarto de entrada (3.500 personas).