La temporada no deja de sorprender y Francia sigue cumpliendo su papel. El nombre de Noé Gómez del Pilar es el último en confirmase y así lo ha explicado en el programa de Embestidas: «Francia es la que ha rescatado a tantísimos toreros, entre ellos a mí. Después de mi confirmación en Madrid, la primera que se puso en contacto conmigo fue Céret y gracias a ellos se abrieron muchas puertas allí. Ahora tengo que devolverles todo lo que han confiado en mí». Y en Vic-Fezensac, plaza de primera, ha cuajado al toro ‘Cantaor’ de José Escolar, premiado con la vuelta al ruedo. También emociona escuchar a Gómez del Pilar cómo explica la faena, las sensaciones, las emociones…
«Vic-Fezensac es una de las plazas más duras y exigentes de Francia. Sabemos del toro, de las ganaderías y del público, muy exigente. Quieren ver el lío del tercio de varas, que es una cosa que les encanta. Y luego, como a todos los aficionados, también les gusta ver torear. Es muy difícil que esas dos cosas se puedan conjugar allí como en este caso ocurrió con ‘Cantaor’, que un toro vaya tres veces al caballo y luego tenga 30 o 40 pases extraordinarios. Por eso es tan difícil triunfar en esa plaza, pero a la vez tan bonito…»
«Cantaor tuvo una cosa que me sorprendió en ese encaste: En tres tandas me permitió irme de lejos, citar de largo sobre todo en dos tandas por el derecho. Yo veía que el toro quería ir a más. Y a partir del cuarto muletazo el toro empezaba a embestir más despacio. a la mexicana… Hubo dos tandas seis o siete muletazos. El toro me dejaba pasármelo cerca, engancharlo adelante, dejarla muerta… fue el toreo que llevo entrenando y soñando mucho tiempo. Y tuvo que ser en Vic… Cuando dobló el toro me dio un bajón tanto la mente como el cuerpo tremendo».
¿Cómo se mantiene la fe en uno mismo?
«El invierno ha sido duro. La primera plaza que teníamos importante era Vic. Ahora viene Ceret, luego Mont-Marsan. También vamos a Dax. Y de pensar eso había noches que no me dejaban ni dormir, porque cuando estaba descansando pensaba que estaba perdiendo el tiempo. Son días importantes, ha pasado uno de ellos y ese el nivel que quiero marcar. Por eso el invierno ha sido tan duro y ha tenido mucho sacrificio, mucha exigencia por parte de mi gente.»
«El banquillo te hace mella. No sé si llamarlo envidia o qué, pero ves que tus compañeros torean y tú no. De vez en cuando salía alguna oportunidad, hasta los festivales sin picar, que fueron los que a mi me dieron vida. Luego indulté un toro en Cutervo, y luego a ‘Platónico’ en la corrida total, y a partir de ahí se empezaron a asentar las bases»
EMBESTIDAS 