El ambiente en Requena era como hacía tiempo no se recordaba. El 9 d’Octubre no podía quedarse sin toros en la Comunitat Valenciana. Porque la cosa a veces va de cumplir sueños. El sueño de ser matador de toros que albergaba el sevillano José Ruiz Muñoz o el de producir festejos de campanillas, bullicio e ilusión, como soñaba el tàndem que han formado Gregorio de Jesús y los hermanos Rafa y Paco Martí, con dos figuras de máximo nivel como son José María Manzanares y Andrés Roca Rey.

Casi lleno del aforo total, por fin la pandemia parece cada vez lejos y la vida que tanto echábamos de menos más cerca. La corrida era un tacazo con los hierros de Jandilla y Núñez del Cuvillo.

Para la historia el nombre de ‘Engorroso’ número 79 con el que recibió la alternativa José Ruiz Muñoz, sobrino nieto del Faraón de Camas, Curro Romero.

Tan enclasado como falto de fuerza, el nuevo matador de toros demostró, tal vez, lo más difícil: la capacidad de torear despacio. Con mucho pulso, muy suave y con los vuelos, trayéndose la embestida muy atrás, muy a la cadera. Con gusto y gesto especial, también de capote. No es mala presentación. Una oreja fue el premio

Subió la presentación con el segundo. Más toro y también más fondo. Manzanares, que llegó a pasar a la enfermería tras el paseíllo resintiéndose de la rodilla por la voltereta de la víspera en Madrid, se dio un festín y toreó al de Vegahermosa, segunda marca de Jandilla, a placer. Muy empacado y con muletazos de gran dimensión, sobre todo en redondo. Y para la suerte suprema se dejó la mejor embestida. A Manzanares no le gusta apurar los toros, porque con la espada cruza y cruje, cita y se vuelca. Y a recibir puso el broche a la faena. Requena se le entregó de forma total y se le premió con dos orejas.

A fuego lento Roca Rey coció su faena. Las fuerza no sobraba, pero el peruano se empeño en hacer embestir al Jandilla por donde mejor lo sabía hacer: Bien por abajo. Y por ahí, en redondo, cosió la embestida en tandas reunidas en una baldosa, muy hondas y ligadísimas. Apabullante y paciente Roca Rey hasta hacer rugir los tendidos. Tenía fondo bravo el toro. Lo demostró en la exigencia del toreo y en la lucha con la muerte tras la letal estocada. Dos orejas.

La segunda mitad del festejo cambió de hierro la corrida. Con genió y poco formal en sus movimientos el primer Cuvillo, Manzanares no se dio excesiva coba. Sujetó por ambos pitones las incómodas embestidas, siempre con sus cositas, la cara suelta sobre todo. Pero el alicantino no dio tiempo a que la cosa se agriase y cobró una gran estocada a volapié para sumar un nuevo trofeo.

Le faltó clase al quinto, también de Cuvillo. Muy rebrincado y haciendo hilo. Poca la entrega. Le consintió Roca Rey y lo trató de ordenar a partir de un inicio explosivo en los medios con el pase cambiado. Molestó el viento y más las tarascadas. Otro espadazo y dos generosos trofeos.

A Ruiz Muñoz le faltó el acierto a espadas para completar la foto triunfal en el día de su alternativa en Requena . No pudo ser. Pero los muletazos reposados y gustosos que dejó, sobre todo en redondo, bien lo merecían. Este Cuvillo sí sacó fondo y clase ante la muleta templada del sobrino de Curro Romero. Que la suerte le acompañe en la carrera que ahora empieza como matador.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de Toros de Requena. 9 de octubre de 2021. Día de la Comunitat Valenciana. Sonaron al final del paseíllo himnos valenciano y español.

Toros de Jandilla y Núñez del Cuvillo, justos de presentación.

José María Manzanares, dos orejas y oreja.
Roca Rey, dos orejas en ambos.
Ruiz Muñoz, que tomaba la alternativa, una oreja y vuelta al ruedo.

Tres cuartos del aforo total.