Que recuerde es la segunda vez que iba a los toros en diciembre por el puente de La Purísima. De recuerdos, de los primeros recuerdos taurinos que guardo es a Paco Camino en un festival, como ayer en Valencia, pero otro festival, ya peinando cañas y vestido de corto pasar un mal trago. ¿Qué recuerdo me quedará en esta ocasión? El gesto por La Palma, la afición que se pone de perfil o el sabor de una mañana de maratón y toreo. Qué cosas.
















El 8 de marzo de 2020 la despedida del coso de la calle Xàtiva antes de la pandemia fue con la manifestación de la mujer a la salida. Ayer, 5 de diciembre de 2021, a la entrada contemplábamos las zancadas de los atletas de la maratón. El caso es que volvía a abrir la plaza de toros por voluntad, afición y generosidad.
El extraño cartel que pudieron (o les dejaron) confeccionar a Gregorio de Jesús y Paco Martí se abrió pasadas las 11.30 con un buen toro de El Parralejo y se cerró con un novillo tela de serio de Conde de Mayalde a eso de las 15 horas. Y no se hizo nada pesado, solo se echó en falta a los que no vinieron. En el tendido, 2.000 y pico corazones.
El sitio de Víctor Puerto, un toreo sublime al natural de Uceda Leal, algún lance de Pepe Moral, la raza de Jesús Chover y la personalidad de Juan Cervera. O lo bien que estuvo Roberto Blanco con los palos, se desmonteró incluso, y en su lidia. Las ocho estocadas: ni un pinchazo en toda la mañana.
Matías Tejela, Octavio Chacón y Joaquín Galdós no acabaron de estar a gusto.
Se lidiaron ejemplares de El Parralejo, Garcigrande, Gadalest, La Palmosilla, El Pilar, Domingo Hernández, Aída Jovani y Conde de Mayalde, de buen juego, pero sin acabar de regalar nada. El de Garcigrande de Uceda fue le de más clase y el de Jovani el más serio y cuajado.
Uceda, Chover y Cervera cortaron dos orejas; una para Puerto, Tejela y Moral, mientras que lo de Galdós se quedó en ovación.
Uceda toreo muy despacio, con esa elegancia tan suya. Una tandita al natural fue de puro orfebre. Casi que con la palma y las yemas. Jesús Chover lo dio todo. Se fue a porta gayola, con los palos disfrutó más que nunca y por momentos le bajo mucho y bien la mano al exigente y serio toro de Jovani. Juan Cervera pidió la vez para Fallas, muy seguro y torero. Dejó muletazos sueltos de mucha belleza y expresión.
Al final, a la soleada mañana de la maratón y el Festival por La Palma de València tan solo le sobró el viento y le faltó un puñado más de gente que no pudo o no quiso venir por unas cosas u otras.