Vicente Ruiz ‘El Soro es faro, guía y guardián de la esencia de la Plaza de Toros de València. También talismán. Y ahora hasta ha inventado un nuevo lenguaje con la trompeta para estar presente, empujar y encender la llama. Un tradición de la plaza, la diana floreada, que ahora ha hecho suya.
La Feria de Julio, la misma plaza, siempre fue puerta de entrada de la huerta a València. Pero, como dice la canción de Al Tall, un día el tío Canya perdió las llaves de su casa y cada vez que vuelve a la ciudad, se la mira y no la reconoce. Algo así pasa también con la afición respecto al coso de la calle Xàtiva.
El Soro es como el tío Canya. Defiende, guarda y transmite el misterio. Su trompeta es la ilusión. De cuando julio, sin aditivos falleros, era la gran manifestación de la cultura taurina, las blusas de los agricultores, las camisas, se abrían, dejaban el pecho descubierto, hasta el sol se poblaba y el calor se pasaba mejor. O importaba menos. Malditos aires acondicionados.
Una curiosidad, por cierto. Hace 30 años, 30 ferias de julio, que uno rompió la hucha porque la afición ya superaba a la de su padre y necesitaba ir a ver una de Montalvo con Muñoz y dos ídolos, Espartaco y un Soro que se pasó un buen rato colgado de un pitón por el fajín en el sexto de aquella tarde por querer prender la llama, la misma que ahora.
30 años después la terna joven —¿no hay figuras que quieran venir a Valencia por julio en una fecha buena, o es que directamente no hay figuras?— se amparó a El Soro y su llama como quien va a la basílica en busca de la Virgen o quiere que el tío Canya le explique de qué va esto para no fallar. Ángel Téllez primero, que se presentaba de matador en València tras ser triunfador de San Isidro, luego Jesús Duque, a quien además El Soro apodera junto a Javier Vázquez, y por último Álvaro Lorenzo; todos se acercaron a la meseta de toriles a brindar a El Soro, que tiene las llaves de València y de l’Horta, y al que le duele tanto como al que más está realidad.
La corrida de Fuente Ymbro decepcionó. Por presencia desigual, por contenido y por escaso fondo. El que más duró y más clase tuvo fue el quinto, ‘Manirroto’. Casualidad, fue el menos apretado y el de mejores hechuras, mejor cuello, viga más recta, manos más cortas.
Álvaro Lorenzo, tras brindis a El Soro, lo toreó reunido. Cuatro tandas, dos por cada pitón con ajuste y ligazón, muy en la palma. El mejor toreo que se vio en toda la tarde, sobre todo en redondo. Dentro de la sobriedad a la que acostumbra Lorenzo, pero con emoción, dos tandas apasionadosas y frondosas y, repito, reunidas en una baldosa. Tras estocada, cortó una oreja.
Jesús Duque tiró de corazón. Al jabonero ‘Hostelero'(el cuarto), tras monterazo a El Soro, se lo dejó venir de largo. Faena vibrante, sincera. Con enganchones pero con mucho corazón. Simpre protestando y lanzando gañafones. Cuando se paró, a la que pudo, le lanzó un derrote, una cornada, y prendió a Duque de mala manera, volteándolo. La paliza fue tremenda. Sólo pudo que matarlo tras bajonazo y buena estocada. La oreja fue el reconocimiento a la entrega y el corazón. Y la paliza, por suerte, quedó en eso, el cuerpo dolorido y magullado por todas partes.
Duque y Lorenzo antes se habían estrellado con un lote que les bajló la persiana a la mínima. A Duque tras el inicio cambiado por la espada y a Lorenzo tras apostar de rodillas.
Ángel Téllez se estrelló con su lote, muy parado y al que había que llegarle muchísimo para no sacar nada en claro. Téllez pisó terrenos de enorme compromiso. Sobre todo en el sexto cruzó las líneas. Firmó muletazos muy despacio por debajo de la pala sobre ambas manos, siempre a entre los pitones. Pero a espadas perdió opciones de trofeo. Mañana novillada: se prometen emociones con Fonseca, Alarcón y El Niño de las Monjas y una de Montealto.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Valencia, 16 de julio de 2022. Tercera de la Feria de Julio. Toros de Fuente Ymbro de presentación desigual, faltos de casta, escasos de fondo. El quinto fue el que más duró. Jesús Duque, ovación y una oreja tras aviso. Álvaro Lorenzo, silencio y oreja tras aviso. Ángel Téllez, ovación en ambos. La cuadrilla de Lorenzo con Curro Javier, Andrés Revuelta y Alberto Zayas se desmonteró y estuvo a gran altura. Algo más de un cuarto de aforo.